Construyendo sociedades de la información


Por: Héctor Escamilla

Construyendo sociedades de la información

En junio de 2021, justo a la mitad de un año repleto de malas noticias, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) daba a conocer un dato alentador: más de 84 millones de personas en nuestro país habían conseguido acceso a Internet, equivalentes al 72% de la población mexicana. Un año antes, el Foro Económico Mundial contabilizaba 437 millones de personas conectadas a lo largo de Latinoamérica, posicionando a Ecuador, Argentina y Chile como los tres países con mayor penetración respecto a su número de habitantes.   

Las comunidades online nunca habían sido más ricas, diversas, vibrantes e influyentes en nuestra vida diaria. ¡Y quienes habitamos hispanoamérica no nos queremos quedar atrás! 

Hoy, las personas investigan en Google; los medios informan en Twitter; quienes leen en Goodreads; los gamers usan Twitch; y cualquiera que haga teletrabajo conoce Google Meetings, Teams o Zoom. 

Mantenernos en contacto se ha convertido en una condición esencial para trabajar, estudiar y entretenernos; una necesidad reforzada por el confinamiento y las medidas sanitarias. El poder de la Internet ha revolucionado de manera emocionante nuestra forma de interactuar e intercambiar experiencias con otras personas, aunque no tengan los mismos intereses; permitiéndonos impulsar la transformación social y proponiéndonos formas novedosas de movilizar comunidades. 

En este ambiente lleno de posibilidades, necesitamos entender los retos que vienen con ello, siendo uno de los principales, el de la polarización.

Vayamos por partes: ¿qué es la polarización y por qué es tan importante?

La polarización política divide la opinión en dos extremos; ¿el objetivo? distraer la conversación y hacer que las voces positivas, éticas, incluyentes y responsables pierdan notoriedad. Lograrlo es muy fácil, solo se necesita manipular percepciones y jugar con las emociones; es aquí donde la desinformación y el ciberacoso juegan un papel importante.

Este fenómeno ocasiona graves daños al evitar que se logren consensos entre grupos con sensibilidades y necesidades distintas, todas ellas muy válidas; en otras palabras: dificulta la posibilidad de alcanzar acuerdos fundamentales para el fortalecimiento democrático y social.

A medida que la línea entre lo físico y lo digital se desdibuja, tal como lo ha expresado Elena Melnikova, necesitamos tomar acciones que nos permitan reducir las amenazas de la polarización y utilizar el poder de la Internet para construir verdaderas sociedades de la información.

En este escenario, la labor de Movilizatorio está siendo fundamental para combatir dichos retos de nuestra actualidad. Esfuerzos impulsados con el apoyo invaluable de nuestra red de alianzas como DigiMENTE, El Avispero y Together for Play demuestran claramente que la educación mediática y el combate a la desinformación son indispensables para fortalecer las sociedades Hispanoamericanas, formando una ciudadanía ética y responsable, capaz de emitir opiniones respetuosas e informadas, y de discernir la propaganda.

Desde Movilizatorio México, seguiremos apostando a iniciativas que involucren a la ciudadanía de manera activa, consciente y responsable; un objetivo que nos exige reconocer diferentes posturas y resaltar que el intercambio de ideas plurales y diversas es esencial para construir una Hispanoamérica equitativa, democrática, ética e incluyente.

  • Héctor Escamilla

Director Ejecutivo México