De la participación ciudadana a la incidencia

Por: daniela castilla

 

Cada vez vemos más ejemplos en el mundo de personas, colectivos y comunidades con la intención de alzar la voz, de llevar las demandas y necesidades colectivas a tomadores de decisiones y espacios de transformación política. Hoy en elavispero.org, somos más de 125,000 organizaciones y activistas que se han sumado a esta plataforma de movilización ciudadana con el objetivo de transformar políticas ciudadanas y realidades sociales locales, nacionales e internacionales, y la comunidad sigue creciendo. Esto demuestra que existe una noble intención de la ciudadanía por generar un cambio. Sin embargo, a veces tendemos a perder el impulso y la esperanza de transformación porque aunque sabemos que el cambio es necesario, no contamos con las herramientas que se requieren para seguir luchando. 

Desde su creación, Movilizatorio ha creído que, en palabras de Miguel Revilla, ese mundo mejor no sólo es necesario sino también posible. Hemos visto en los procesos de participación ciudadana, un camino inmensamente potente para la incidencia. A través de los años y de la mano de comunidades que creen en su potencial transformador, hemos desarrollado proyectos en donde nos movilizamos para incidir como El Avispero, Paz en Construcción I y II, y Dialogar Para Avanzar

A partir de nuestra experiencia y reconociendo la importancia del aprendizaje colectivo, traemos hoy tres herramientas que hacen parte de un amplio número de tácticas y caminos existentes para llevar nuestra voz a espacios de incidencia: 



1.Escucha para Incidir


A veces iniciamos cuestionándonos sobre las mejores maneras de comunicar para incidir: ¿Cómo me hago escuchar? ¿Cómo me debo comunicar para llegar a tomadores de decisiones y actores claves para la transformación? Sin embargo, olvidamos que antes de comunicar es necesario escuchar. Escuchar las necesidades de la comunidad, las necesidades presentes en los territorios, es clave para adaptar nuestros objetivos de incidencia. Si no escuchamos, podemos dar por hecho que conocemos con claridad y total certeza cuál es la necesidad de la comunidad que representamos cuando no es así. 


También es importante recordar que para escuchar, necesitamos generar espacios de participación seguros, representativos y diversos, en los que quienes participen se sientan con la confianza suficiente para expresar sus necesidades. Hablar de temas dolorosos y que generan controversia no es sencillo y menos en territorios en los que se persigue a quienes buscan la transformación social, a quienes tienen una mirada diferente. Por ello, es clave cuidar a quienes deciden alzar sus voces. 


2. Co-construye y vencerás


Así como escuchamos a la comunidad para determinar cuáles son las demandas a comunicar, es fundamental identificar a potenciales aliados e ir construyendo paulatinamente una red colaborativa. Generar alianzas es esencial para construir una masa crítica (entre más voces se sumen, más nos escucharán), para nutrir nuestra iniciativa con mayor conocimiento técnico y experiencia (mapeo de personas y organizaciones con causas afines), para amplificar el impacto (búsqueda de influenciadores y embajadores de nuestro mensaje), y para entregar los mensajes, agendas ciudadanas y/o demandas a actores clave que tienen la potestad de implementar lo que proponemos (identificación y contacto con tomadores de decisiones y otros actores clave). 


Además de preguntarnos a quienes queremos sumar a nuestra nuestra red de co-constructores, es importante tener en cuenta cuándo queremos hacerlo. Sobre este punto, hemos observado que en muchos casos, múltiples actores con una causa en común se unen en un momento de coyuntura, cuando se da un evento crítico relacionado con la causa (la aparición de una ley que va en contra de la demanda ciudadana, elecciones de candidatos presidenciales o locales, un proceso de protesta nacional, etc.). Sin embargo, lo que recomendamos es no esperar a que se abra la ventana de oportunidad para construir nuestra red, sino al contrario, trabajar arduamente en nuestro sistema de alianzas y tenerlo listo para que en el momento en que se abra esa ventana de oportunidad, podamos empezar a desplegar las acciones colectivas que se requieran. 


3. Usa tecnología para potenciar y visibilizar


Ya que has identificado claramente las necesidades colectivas y empezado a construir tu red de aliados, es imperativo visibilizar la gestión realizada y para esto, la tecnología es un gran apoyo. Las plataformas y herramientas tecnológicas permiten conectar, sistematizar y visibilizar las voces presentes en diversos territorios a lo largo del mundo. Existen plataformas de crowdsourcing, firmas de peticiones y crowdfunding que permiten mostrar que se ha generado una masa crítica, que somos muchas personas luchando por la misma causa.


Existen además herramientas más sencillas y gratuitas que son de utilidad para mantener la comunicación con nuestras redes de co-constructores como WhatsApp o Telegram. A través de estas podemos mantener un canal de comunicación abierto, crear grupos temáticos, planear encuentros y coordinar acciones ciudadanas. Los mapas de Google Maps o algunos similares, pueden ser usados, por ejemplo, para realizar una identificación de problemáticas por categorías en los territorios para posteriormente sistematizar la información y construir nuestra agenda ciudadana. Dependiendo de nuestras necesidades podemos hacer uso de distintas plataformas, aplicaciones y desarrollos para potenciar la participación ciudadana y visibilizar esas pequeñas o grandes victorias hacia la incidencia. 


Estas han sido las tres herramientas que en esta ocasión traemos a colación. Sabemos que cada persona y colectividad comprometida con la participación ciudadana conoce muchas más herramientas potentes para la transformación sociopolítica. Las aquí mencionadas son sólo algunas que surgen desde nuestra experiencia. El compartir de aprendizajes nutre justamente este camino colectivo, por lo que te invitamos a compartir con causas similares, tus propias herramientas de incidencia para potenciar el conocimiento y la fuerza colectiva.