COLOMBIA NO ESTÁ TAN POLARIZADA COMO SE CREE, EL RESULTADO DEL ESTUDIO DE POLARIZACIÓN Y RECONCILIACIÓN

¿Qué nos une y qué nos divide?

Si bien en el imaginario de la ciudadanía está presente la idea que vivimos en un país polarizado, Movilizatorio tras preguntase si dicha afirmación era cierta, realizó el Estudio de reconciliación y polarización en Colombia para investigar porqué se ha convertido en el tema central para explicar lo que está pasando en el país. En él se presentaron resultados que evidencian que es más lo que nos une que lo que nos divide a pesar de las diferencias coyunturales, las cuales se presentan mayormente en conversaciones en medios de comunicación. Los valores como la justicia, la lucha contra la corrupción y la protección del ambiente generan una base en común con el potencial de facilitar procesos de diálogos y reconciliación. 

Después del plebiscito en el 2016, con el triunfo del “no” el discurso en Colombia se monopolizó y se crearon conversaciones subjetivas que afirmaban la existencia de dos bandos. Eso generó que existiera una percepción dividida de la vida política y colectiva. Fue así como se planteó un estudio para entender a la población colombiana y analizar a fondo la idea de que la ciudadanía tiene posturas irreconciliables.

Primera parte: Conversaciones digitales que nos unen y nos dividen

La primera parte constó del análisis de 2.600.00 trinos con seis temas diferentes (Acuerdo de paz, corrupción, protesta social, Venezuela, medio ambiente, género y diversidad) que fueran relevantes para la opinión pública. Los resultados arrojaron una Colombia menos polarizada de lo que se pensaba, sin embargo sí se detectaron conversaciones entre “minorías intensas”. Estas hacen referencia a personas que hablan de manera cohesiva e insistentemente sobre un tema determinado, en los que resaltaron la protesta social, la corrupción y Venezuela. Este intercambio de ideas resaltó por la ansiedad con la que se presentaban y que cuya participación carecía de mujeres. Otro de los hallazgos fueron los métodos de percepción falsa que afectan a la opinión pública con noticias falsas, trolls y granjas de bots

Segunda parte: Valores que nos unen.

Tras la finalización de la primera parte, se propuso estudiar la polarización en el entorno offline con una metodología inspirada en More in Common™, empleada por primera vez en el país, que tenía como finalidad realizar encuestas a nivel nacional y segmentadas en función a variables identitarias, valorativas e ideológicas. En esta segunda parte surgieron preguntas relacionadas a la identidad de los grupos para saber cuáles factores unen y dividen a Colombia. 

Caracterizaciones y perfiles por tendencias

Entre los hallazgos de la segunda fase, el estudio arrojó cuatros clusters: tradicionalistas, indiferentes, pesimistas y vocales. Cada perfil con diferencias ideológicas, socioeconómicas, geográficas, demográficas, actitudinales, emocionales y valorativas.

Quienes son tradicionalistas, poseen características socioeconómicas altas y con afinidad al catolicismo, tienen un apego al orden y a las instituciones de defensa y seguridad. A pesar que la mitad se consideran personas apáticas, están alineadas al patriotismo, al autoritarismo y tienen una postura conservadora en temas de género, fuerza pública y afiliación religiosa.

El segmento de indiferentes se distingue por su desconfianza en las instituciones y en las personas. Representados por una población urbana, con poca afiliación religiosa y mayormente joven. Desconfían del gobierno, de las identidades, se preocupan por la corrupción, por el funcionamiento del sistema y por la migración venezolana.

La categoría de pesimistas tiene una mayor presencia de población rural, afectada por el conflicto armado del país, con bajas condiciones materiales y con carencias educativas. Presentan una valoración negativa del presente y del futuro, debido al alto nivel de desempleo. Poseen una añoranza de un sistema funcional que proteja sus derechos, preocupados por la contaminación del agua, la corrupción y el sistema de salud.

La población vocal es la más optimista frente al futuro con una participación política activa. Se auto reconocen como actores del cambio social y alto consumo de medios de comunicación alternativos pues tienden a desconfiar de los tradicionales.

Algunas conclusiones de esta fase.

Con la investigación se ha determinado que, a pesar de las diferencias, se presentaban variables que unen a los perfiles moralmente, según las valoraciones de actores y de temáticas. Se puede afirmar que Colombia es un país relativamente homogéneo con una base potencial que facilita los procesos de diálogos y de reconciliación. Además, la ideología no es una variable explicativa que evidencia diferencias o prioridades temáticas sino las condiciones materiales de cada segmento parecen dar una idea más clara de las agendas que priorizan.

Por tal razón se expone que la polarización no se da en las decisiones o en los gustos del pueblo colombiano, sino en el cómo se van a implementar las acciones. Un ejemplo claro es el de los Acuerdos de paz, que a pesar del triunfo del “no” la preocupación se presentaba en torno a las implicaciones en temas de justicia y orden, las cuales son un valor común. El mismo escenario se presenta en temas de migración, en el que la ciudadanía al entrar en contacto con población migrante empieza a tener una percepción positiva de las personas que llegan de otro país.

A pesar de las diferencias coyunturales, existe una unión marcada por los valores de los clusters relacionados a su bienestar, preocupaciones diarias y la gestión de las instituciones en el país. Temas relacionados con el ambiente y la corrupción son ejemplos de variables importantes, las mismas que se reflejaron en las elecciones presidenciales debido a que los discursos de los participantes no se centraron en la ideología sino en argumentos de interés para todos los grupos. Esto representa la posibilidad de generar conversaciones desde Movilizatorio o desde la sociedad para resaltar qué es lo que nos une y cómo fortalecerlo.